#ElPerúQueQueremos

Ellos...

Publicado: 2011-04-03

Desde el inicio de mis existencia las personas a las que acompaño siempre me han preguntado: “¿Por qué yo?”. Siendo sincera, me encantaría poder responder esa pregunta; lamentablemente no lo tengo permitido. Y no es que yo escoja a quién acompañaré o cuál será el efecto que tendré en su vida, pero tampoco les diré como funcionan las cosas por aquí. No es por ser mala, pero se supone que ustedes deben descifrar las respuestas por sus propios medios. Es más, yo no debería estar hablando; pero las circunstancias me han obligado a intervenir.

Continuando con lo que quiero decirles, las personas a las que acompaño hacen muchas preguntas. Al principio, como no me conocen bien se asustan; es lo mismo que sucede con ustedes.

Sin embargo, con el tiempo entienden que no soy letal y que no voy a impedir que hagan sus vidas normalmente. No sé si se han dado cuenta, pero el problema no soy yo; es la SOCIEDAD. Como ya les había contado antes, las personas a las que acompaño son discriminadas por culpa de la ignorancia.

Me gustaría que analicen y piensen acerca de lo que les diré. ¿Cuántas personas que convivan conmigo conoces? Si es así, ¿Todos son abiertos y sinceros acerca de mi existencia? Y por último, ¿Qué tanto sabes tú sobre mi?

Me gustaría pedirles que cuando respondan la tercera pregunta no utilicen Google para buscar algo de información básica. Les he dicho esto porque estoy casi segura que cuando escuchan mi nombre lo primero que viene a sus mentes es la palabra “convulsiones”; sí, esos movimientos bruscos en el suelo con salivación excesiva y que parecen escenas extraídas del exorcista. Si estoy en lo cierto, entonces son unos completos IGNORANTES.

Disculpen el exabrupto pero me fastidia que la sociedad sólo nos relacione con eso. No todos los casos que ocasiono son así de graves (luego les hablaré de eso) ; además las consecuencias de mi existencia pueden ser controladas con medicamentos y una dieta balanceada.

No por el hecho de que yo acompañe a ése grupo de personas, significa que sean malos o se relacionen con el Diablo. Ésos son mitos y creencias muy antiguas, más o menos de cuando la gente pensaba que la Tierra era plana.

Lo más probable es que en tu grupo de amigos, al menos uno vive conmigo. [Yo soy la segunda condición más tratada por los neurólogos después de la migraña; la diferencia es que las personas no hablan de mi con la naturalidad debida.] Y lo curioso es que no te darás cuenta.

Te contaré cómo vive alguien acompañado por mí. La vida de una persona con Epilepsia es igual a la tuya; estudian, salen con sus amigos, algunos practican deportes, se enamoran y se casan, leen, salen de fiesta, etc. Si deseas hablar de diferencias, la única que encontrarás es que ellos toman una medicina diaria para evitar mis consecuencias y visitan al doctor con más frecuencia.

Fuera de esos pequeños hechos, una persona que vive conmigo es completamente normal. Respiran, sienten, duermen, comen, sonríen, piensan normalmente y todas las facultades que un ser humano posee.

Con el tiempo escribiré casos concretos, les contaré alguna experiencia que tuve con Pitágoras o tal vez con Agatha Christie. Yo acompañé, acompaño y acompañaré a millones de personas a lo largo del tiempo. Y si ustedes quieren pensar que son personas especiales, háganlo. Pero no olviden que son especiales en el mejor sentido de la palabra.

Antes de acabar, si recién te haz enterado que una persona cercana a ti vive conmigo, piensa en lo siguiente. Hace un día ésa persona era tu amiga, hijo/a, alumno/a, o lo que sea; sólo porque conviva conmigo no cambiará el hecho de que ése ser es una excelente persona y es importante para ti o alguien más. O acaso porque tu mejor amigo tiene catarro cambiará el hecho que lo quieres por la persona que es.

Hay un dicho muy viejo pero cierto: “Quiere a tus amigos por lo que SON y NO por lo que TIENEN”. Este dicho no sólo se aplica a pertenencias. Piénsalo…


Escrito por

discriminada

Soy la culpable de la discriminación de millones de personas alrededor del mundo.


Publicado en

Epilepsia

Para aquellos que viven conmigo...