#ElPerúQueQueremos

Tan solo una niña...

Publicado: 2011-04-26

Cuando hablamos de seres inocentes que no merecen desgracias, nos referimos a los niños. Personas que no han hecho absolutamente nada para sufrir en este mundo...

Lamentablemente la vida, a veces, les asigna momentos duros. Aún tengo el recuerdo de una pequeña, no tenía ni 5 años cuando llegué a su vida. Aparecí de un modo diferente, en su caso mi nombre era "Petite Mal". Cuando los doctores me detectaron, sus padres no hicieron más que resignarse, a atender a su hija e intentar que tenga la vida más normal del mundo. Objetivos que lograron sin ningún problema hasta que...

Un día, cuando la pequeña ya tenía 8 años, volví a hacerme notar. Los doctores empezaron a subir la dosis de la medicina. La niña volvió al colegio como si no hubiera pasado nada; lástima que fue tarde. Sus compañeros ya habían presenciado la pérdida de conocimiento, y siempre lo iban a recordar. Aquí empieza su historia, y ella la escribió y me la envió...

Hola, mi nombre no es importante. Me detectaron epilepsia cuando tenía 4 años y medio, ahora tengo 20. Cuando era pequeña, no sabía por qué tenía que tomar tantas pastillas; y aún menos por qué mis compañeros me molestaban.

Jamás fui popular en el colegio, y me costaba mucho prestar atención en las clases. Encima era recontra tímida y medio nerd, así que durante primaria no tuve amigos. Fueron 6 años en los que constantemente me preguntaban sobre mi pastilla y recordaban aquel desmayo; jamás supe qué contestar. 6 duros años de constantes burlas, abusos y rechazos; sin que nadie supiera que yo tenía Epilepsia.

A pesar de las mofas de mis compañeros, yo tuve una vida normal. Tenía varios amigos fuera del colegio, hacía deportes y me encantaba ver televisión. De pequeña sobresalí en Ballet, era muy buena, bailé hasta los 15; pero tuve que parar por una lesión. Aparte del baile, me gustaba nadar; yo competía en una academia de natación llamada "Jhony Bello" no sé si la conocen. El punto es que a pesar de tener una enfermedad, de la cual yo no tenía idea, mi vida fue como la de cualquier otro niño/a.

A los 12 años fui al médico para realizarme un "electroencefalograma". Aún puedo sentir ese gel frío sobre mi cuero cabelludo, y los "chupones" como yo les llamaba. Recuerdo claramente que ése examen fue diferente a los que me realizaba cada 6 meses.

Aquella tarde tuvimos que esperar más de lo habitual, el doctor salió luego de media hora; tenía una sonrisa en el rostro. Habló con mi madre y le dijo: "Se ha curado". Mi madre rompió en llanto, y no dejaba de abrazarme. Yo seguía sin saber qué estaba sucediendo, de qué me había curado? Dos años después me enteré acerca de mi condición.

Al principio me molesté mucho con mis padres por haberlo ocultado; pero ahora estoy muy agradecida. El haber mantenido la enfermedad en secreto, me permitió ser una niña normal; no ser juzgada ni tratada diferente por una condición. El hecho de mi Primaria, con desmayo o sin desmayo; igual hubiera sido nerd, soy tímida y no podré cambiar.

Han pasado muchos años desde que me curé del "Petite Mal", mi vida es algo atareada por la universidad y las prácticas; fuera de eso es común. Para mí, mi vida ha sido siempre igual; es como si jamás hubiera tenido Epilepsia. Lo único es que en mi CIV no menciono aquella condición; sólo por si acaso.

Es la primera vez que hablo del tema, y lo hice público por una razón específica. Cuando leí el blog de la Discriminada, comencé a pensar en aquellos que pasan por lo mismo que yo pasé; y quería decirles algo. La Epilepsia no tiene por qué cambiar nuestras vidas, la mía jamás lo hizo y la ustedes no tiene que hacerlo. Son sólo tres pastillas diarias las que la controlan, el resto depende de nuestra actitud hacia la vida. Si piensan que son inválidos, lo serán.

Pero la Epilepsia, no es más que un estilo de vida. Con ella o sin ella, seremos siempre los mismos. No se subestimen por vivir con ella. Yo estoy curada, pero si ella volviera a aparecer, mi actitud sería la misma. Claro que, me encantaría poder hablar del tema libremente; cosa que no se puede.

Espero que ése día llegue pronto, y que aquellos que tuvimos, tienen o tendrán Epilepsia sean tratados como personas normales.

Éste es uno de los millones de casos en el mundo. Una chica con una vida como la de cualquiera, y con una actitud hacia la vida realmente increíble. Ella me escribió contándome su historia hace poco, y con su consentimiento decidí publicarla. Además la publiqué porque tiene razón con respecto a lo que escribe en los últimos párrafos.

Me imagino que ustedes no pensarán que es un caso grave, pero cada persona lo toma diferente. Si alguien más desea compartir su historia puede escribirme a: epilepsia_discriminada@hotmail.com

Gracias por leerme


Escrito por

discriminada

Soy la culpable de la discriminación de millones de personas alrededor del mundo.


Publicado en

Epilepsia

Para aquellos que viven conmigo...